Grita, no me mires, solo grita como si estuvieras en una
montaña de nieve y no existe nadie alrededor, te he dicho que no me mires, solo
grita, grita como si tu voz pudiera romperle la cara a tu peor enemigo.
Ya ves, te lo dije, ahí viene la avalancha.
Era como si todo se detuviese en el punto en que recién
empezaba, la guitarra en el hombro, un viejo parlante tocando aquella canción
que tanto tiempo practicaste, a mí costado una banda, mi banda, la música como
concepto de sentirse un poco mejor que los demás.
Qué pasó con esos sueños, qué pasó con los grandes
escenarios revolucionando mentes con filosofía hecha melodía, dónde quedó el
cambiar el mundo, ahora te veo y me da lástima verte así, ahora te veo siendo uno
más, yendo al banco, chocando con gente indeseable cada día, cada puto día.
Creo que estoy un poco viejo para seguir hablando de esto,
creo que todo sucede porque sucede, gran frase para alguien como tú, lo siento,
nunca fui el artista que creíste que era, lo siento pero no me va tan mal
cuando recuerdo y agarro la guitarra cuando te escucho tomar las baquetas.
Ves, la avalancha aún nos puede llevar.