Quién te va a entender como yo lo he hecho, quién de ellos te amará como yo te he amado; pero me exiges tanto, tanto que a veces no sé si demostrarlo, tanto que me enfureces, y me enfureces de tal manera que creo no conocerte; pero cómo odiarte, cómo hacerlo si se trata de ti, mi actriz favorita, la musa de cada imagen en mi cabeza, la razón por la que puedo dejar de creer en lo que creo y por la que puedo crear un mundo nuevo.
Somos como ellos, sin más ni menos, ellos que dejaron la cotidianidad del descuido en aquel viaje a Italia y nos da pena aceptarlo, negándonos a creer que nos hemos hecho daño, que nos hemos convertido solo en imágenes del pasado.
Y a pesar de todo, sabes que somos la esencia de aquel volcán y de aquella pareja imperturbable y perdurable por los años.
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