lunes, 22 de agosto de 2011

A Streetcar named Desire (1951): Stella me vió morir así.



Mientras pude incendiarme
entre los techos
de mis golpes,
vi mis dedos
con las llagas
de tus cabellos.

El amor nos entorpece
en las tardes
frívolas y grises,
el verano apuesta
por sumergirme
en sus miserias.

Y tú por mi, naces
y en las calles
las paredes nacen
para volver
llorando vidrios
porque el amor me mata
Stella, muriendo así.

--------------

-"Un Tranvía llamado Deseo" ha marcado mi vida- intentaba explicarse Manuela en una película de Pedro Almodóvar.

Escribí este poema muchos años antes de publicarlo en este blog. Lo escribí mientras me hallaba en las profundidades de la miseria emocional provocada por el tonto anhelo de ser quién no soy. De negarle y exigirle al amor, dentro de toda bestialidad, todo aquello que resalta de lo emotivo, lo espontáneo y lo real. Muchos de nosotros no merecemos tocar el cielo. Merecemos gritonear, llorar y ser olvidados tras una puerta cerrada para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario