No creas que te estoy mintiendo. No creas que estoy buscando algún pretexto. No creas que invento cosas para que las creas y te convenzas que soy el mejor. No creas que soy yo. No creas que no te amo.
Créeme, más bien, que no sé ni un carajo.
Sabes muy bien que soy capaz de todo por ti. Sabes muy bien de mi mirada complice mientras duermes en clase. Sabes de mi comportamiento educado. Sabes que te ignoro cada día para que no me tomes como todos aquellos que te esperan al final de la clase o en el paradero. Sabes también que podría volver a un clima frio sólo para demostrarte que puedo casarme contigo.
Yo sé que entiendes. Soy capaz de todo. Me podría pelear con ese que dice ser tu novio. Me podría pelear con todos tus galanes en el extranjero. Podría cruzar tantas pistas peligrosas sólo para que te des cuenta que puedo cruzar todas las pistas peligrosas. Y ahora que te casas, sabes que soy capaz de arruinarlo todo para meterme contigo en ese micro, y escapar al infinito.
Prometer no es mi cualidad favorita. Créeme. Sólo sé que no sé que haría si cumplo todo lo que prometo.
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