Se acercó y te abrazó, Pero no pude abrazarla con fuerza, me tomó de sorpresa y no pude reaccionar de la manera correcta.
- Quise hacerlo –le dije y la abracé- cuando te fuiste esa noche pensé que nunca más tendría otra oportunidad.
- Eras un tonto –me dijo, se soltó de mis brazos y miró hacia la mesa del comedor- un tonto –volvió a mirarme, sonrió y me besó.
El piano podría significar el objeto que hizo que Barry Egan (Adam Sandler) sea lo que en realidad nunca fue. Poseer un instrumento musical requiere de ensayarlo, de practicarlo, de llevarlo sin vergüenza a todo lado y por fin demostrar que en verdad sabes tocarlo. Sin embargo, todos necesitamos que suceda algo para reaccionar, es por eso que es muy atinada la escena en la que Barry Egan ve el choque del auto antes de que le dejen aquel piano que fue el inicio de su gran cambio.
Te dijo que se marcharía en dos semanas, te lo dijo y no hiciste nada, por dentro te deshacías, por dentro aquel grito “no quiero que te vayas”.
- No quiero que te vayas –por fin se lo dije, fue lento. El esperar su reacción duró una eternidad, mi garganta se encogía, mis manos empezaron a sudar, sentía las agujas del reloj moverse como una marcha directa a mis oídos, miraba sus ojos, sus labios, quién fuera, sentía su mirada que podía deshacerme cuando quisiera.
- ¿Por qué? –lo dijo con mucha naturalidad, sin ningún tipo de alteración.
Le sonreí.
- Sí lo sabes -me acerqué y rompí el círculo que nos separaba- sabes que eres especial y que no permitiré que esta vez te me vayas.
Básicamente Punch Drunk Love es una película romántica que se desarrolla entre la realidad y la fantasía interior de Barry Egan, un hombre solitario que tiene su propio negocio y que tiene que intentar relacionarse con sus siete hermanas. La habilidad de Paul Thomas Anderson se basa en la forma de representar esta historia poco verosímil de manera orgánica, es así que logra convertir a un ser tímido y con problemas psicológicos, ligados a la violencia que tiene al momento de alterarse, en alguien que puede conquistar a la chica que lo salvará y hasta combatir a toda una banda de extorsionadores él solo con tal de lograr su tranquilidad.
Pero de qué hablas, acaso ella no está lejos, No, te hice caso y la busqué antes de que se fuera, te has perdido de mucho, déjame contarte todo lo que ha pasado desde ese día.
- Hay días en que despierto y pienso que es un sueño estar contigo –le digo mientras la veo acurrucarse en la almohada, recién despierta y está a mi lado, me mira, sé que en este momento solo a mí me mira.
- Estás despierto, amor, despierto.
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