La vida es una aventura sin retorno donde conoces a personas
que se convierten en algo importante por un tiempo, existen otras que se quedan
por siempre. He mirado una película un fin de semana en el que me he sentido
solo y he extrañado momentos que quedaron en un pasado lejano, en aquel verano
inolvidable.
Hay películas que logran tocar tu alma, que te sumergen en
una catarsis que dura por un par de horas y te identificas con algún Ricardo
Darín llorando sobre el hombro de su mamá o te hacen esbozar alguna sonrisa
cuando ves alguna escena bajo la lluvia
cuando esperaste aquella noche por tu chica.
El hijo de la novia es una película deliciosa que te hace
entender o revalorar el significado de querer a la gente que está cerca de ti,
a tu familia, a tu chica, a tus amigos, no los dejes, no te olvides nunca de
marcar aquel número y decir lo mucho que te importa porque la vida es una
aventura sin retorno que no sabes cuándo puede terminar.