martes, 27 de octubre de 2015

El Elefante Desaparecido (2014): Caminos de bárbaros


Pues bien, reconozco que fuiste mi película mala, la peor de todas, a la que volvía sabiendo que, aunque no exista, podía tener el pretexto de creer que la felicidad existía, a la que podía seguir en caminos de bárbaros con la idea de conquistar la tierra prometida.


Nunca entendí tu natural crueldad, la que salía con demasiada facilidad cuando me podías hacer creer que el día era noche y que el sol podía girar alrededor tuyo si se lo pedías, incapacidad de terminar una historia que imaginé tantas veces que tendría un final feliz.


No sé si tiene sentido recordar que me decías que nunca tenías miedo, que el mundo era una canción que llevabas en tu walkman con tus audífonos multicolores, lo hacías tan fácil que era tan real creer que podía deshacerme de cualquiera que intentará tan solo acercarse...


Ahora recuerdo como un día lejano aquella mañana que no apareciste  más, a veces tengo la sensación de que solo fuiste un sueño de larga duración, o a veces, en los peores días, que solo fui parte de tu imaginación en una página de tu diario personal, una historia de amor que te aburrió y decidiste no escribir su final.