lunes, 12 de septiembre de 2011

Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004): Serpentina después de una fiesta


¿Y si nos conocemos de nuevo?, le pregunté.


Deberíamos olvidarnos mutuamente si queremos lograrlo, un eterno resplandor de una mente sin recuerdos, ¿suena fantástico no crees?


Así empezamos a olvidarnos.


El telón se abrió y la función empieza, la fantasía de todo mortal de querer olvidar a esa persona que nació entre la lluvia para romperte el corazón, entre una melodía, entre el sorbo melancólico de aquel trago amargo.


Pero luego tus manías, aquellas que me obligan a soñar y caer al pavimento como serpentina después de una fiesta, cruelmente inolvidable para querer olvidarte.


Acompáñame y siéntate junto a mí, le dije, he olvidado poco a poco quién soy y dónde solía esconderme, tengo sueños y recuerdos, tengo olvido y tengo tiempo para poder convencerte de que podemos quedarnos en silencio, olvidarnos y conocernos de nuevo.

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