lunes, 23 de enero de 2012

Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith (2005) - Yo también habría hecho lo mismo


Si te pones a pensar, Anakin no fue ningún tarado. Pasar de ser el Jedi más poderoso al Sith más temido le puede pasar a cualquiera. En serio.
En la galaxia no existe cura para esto que le tememos tanto. Si cada noche la pesadilla de perderlo todo nos acecha, tenemos que buscar una solución por más que la contra nos la de el universo entero.

Anakin nunca fue soberbio. Es más, nunca se imagino terminar como un robot y siendo el títere de un anciano, sólo porque le dijeron que la vida se puede interrumpir ... justamente haciéndola eterna. Ponte en su lugar. Nadie te cree, nadie confía en ti. La única persona que puede cuidarte de ti mismo puede desaparecer. Anakin nunca pudo decidir, y la vida, la Fuerza misma, lo hizo sucumbir ante el lado oscuro, simplemente por tenerle miedo a perderlo todo.

Entonces me remito al título de este post.
Aunque las cosas le salieron mal, la película mala de Anakin pasó por sus ojos justo antes de preguntarse "¿Qué carajo acabo de hacer?"
Todo se le desbordó con una crueldad única. Todo se le escapo de las manos como un puñado de arena... el amor, la vida, los amigos... todo eso que podría hacer girar la galaxia entera, cayó derrotado ante un casco negro y la ceguera eterna que implica estar solo para siempre.

Yo no habría matado a los niños...
Eso si no te lo perdono, cabrón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario